La vida dañada

Marco A. Rodríguez Valadez

Saturday, August 25, 2007

Lo frecuente por lo prudente... la garganta

Resultaba que K. había anunciado su visita a Elsa para aquella noche y por este simple motivo no podía acudir al tribunal. Le satisfacía poder justificar su incompetencia con aquel motivo, aunque, naturalmente, nunca haría uso de aquella justificación, y probablemente tampoco hubiera ido al tribunal, aunque aquella noche no hubiese tendido ningún otro compromiso. De todos modos, con plena conciencia de estar en su derecho, preguntó por teléfono qué ocurriría si no iba "Ya sabremos cómo encontrarle", fue la respuesta. "¿Y me castigarán, sino me presento voluntariamente?", preguntó K., y sonrió mientras esperaba lo que dirían. "No", fue la respuesta. "Estupendo", dijo K. "¿Qué motivo habría de inducirme entonces a acudir a la cita de hoy? ""No es frecuente azuzar contra uno mismo los poderes del tribunal", dijo la voz, que se fue debilitando y acabó por extinguirse."Es muy imprudente no hacerlo" pensó K. mientras se iba, por que al fin y al cabo hay que intentar conocer los poderes del tribunal.

Kafka, F. El proceso.

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home