La vida dañada

Marco A. Rodríguez Valadez

Saturday, December 02, 2006

Con descaro

Hay veces en las que simplemente no necesitamos nada, como si todo aquello que implicara un modo de ser, un modo de estar, fuera tan solo un modo de padecer. ¿Quién no ha deseado esto? En cierta forma es querer no existir pero sin pagar el costo que ello implica, lo irreversible.



Cada mañana ocurre lo mismo, me miro en el espejo y veo que esa forma a la que llamo mi apariencia no resulta ser tan solo eso, no tan solo algo así de superfluo, veo al par que hago una mueca que en ella me reconozco, que acaso esa forma es mi identidad. Una y otra vez es mi identidad. En el paso de los años no logro reparar en todo aquello que ahora no soy y a lo cual tan solo deicticamente podría señalar como “yo” en una foto talvez, no es esa imagen coterránea la que puede tenar toda esa elocuencia de imagos.

Que no me digan que todo eso de la identidad es tan solo un mito de provocado por alguna especie de desesperación metafísica. O que acaso es tan solo la ficción que evita la tan mentada dispersión. En cada minuto que transcurre me aferro a aquello que llamo “yo”, y no me avergüenza decirlo por que soy el primero que siente el repudio hacia ello, esto me da la licencia de proferirme en cada instante como sujeto de cuanto hago.

Bristen Coita

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home