La vida dañada

Marco A. Rodríguez Valadez

Sunday, September 09, 2007

Conócete aquí mismo

----La determinación de los medios a hacerse de un sentido social se verifica en cada uno de los valores promovidos y fabricados por ellas. Son ellos quienes elaboran el material al que dan su forma de difusión masiva. Por aquella se entiende lo que la sociedad pide y exige compulsivamente, la proyección de su felicidad. La forma tiene como tarea principal ocultar lo imposible de lo proyectado en el nivel objetivo, pero mostrándolo lo suficiente para generar desdicha; la frustración del publico ante sí mismo y no la descalificación de la imagen.
-----Distingamos entre los valores promovidos y las imágenes de esos valores y nos daremos cuenta que todo el contenido de ellas son ellas mismas. El valor es solo el momento retórico que apela a las mínimas intuiciones morales de los receptores y luego la proyección imaginativa lo absorbe y diluye; la imagen olvida, mientras no deje de ser seductora y fascinante, aquello que representa y se vuelve en autorreferencia.
-----Los anuncios de teléfonos celulares, pongamos por ejemplo, en los que el momento retórico es la amistad o la tranquilidad de poder estar al tanto de los familiares en cualquier situación. De inmediato se transforma en la sonrisa y gesto de fascinación y alegría al sostener el teléfono que cumple pulcramente en su imagen todo lo deseado y exigido para ser reconocido como signo de prestigio e identificación con un grupo determinado. Retóricamente colocado como selectivo, se permite el engaño de su exclusividad y se le perdona, o ya no importa más, cuando su imagen rotante muestra cada uno de sus ángulos, colores y formas invitando a un mundo nuevo (siempre anticipado en su totalidad, la novedad es otra de las promesas nunca cumplidas, se trata solo de la especificación y potenciación de lo ya conocido: mas fotos, mas color, mas música, mas funciones, etc.) ¿Dónde la amistad, la familia? Al final ya puede regresar con mas colorido que nunca: amar, querer, ser querido y amado, ya no es lo mismo.
-----Ellos saben que es la belleza, que es el amor y la bondad, y no solo se preocupan por fomentarla sino por recetarla en su única y especifica posibilidad. El colegio de alto rendimiento se llamaba en la novela, la talla de las alumnas y la manera anticipada de las tramas resumen la vida y el juicio que se ha de hacer sobre cada situación, su simplicidad es reconfortante y la sensación de control es inmediata. Como los niños que no se cansan de ver una y otra vez la misma película en su afán incansable por dominar todo el cosmos contenido en ella. Así los agravios y dolores cotidianos pueden ser proyectados y reducidos a la trama de la telenovela. Conforme el marco de la televisión: todo el mundo real, se torna mas crudo o desencantado, con mas ansiedad se espera la hora de encontrarse con la promesa realizada de la sirvienta y el burgués, o el éxito del excluido; para el televidente no es escapar de ella, es encontrarse con la vida misma.
-----Al final de la transmisión lo que queda es la simpatía y el agradecimiento por el momento, el desconsuelo y la soledad por su final. Es ahí, en este vacío, donde la publicidad anuncia las posibilidades concretas de la consecución de todo lo visto. El prestigio o una prueba de él esta en el auto, el teléfono, los jeans. Las marcas específicas son inventario necesario para hacer de cada desdicha, en cuestión de minutos (una vez tomada la decisión de adquirir esta o aquella cosa, ya se la posee en la imaginación, el siguiente paso es accesorio, siempre están las versiones para cada estrato social, en pagos o de contado), algo superable de inmediato, un absurdo: solo llama, acude, manda un mensaje o un e-mail.
-----Así, se pierde la necesidad de encontrar aquello con lo que siempre se esta en deuda, la propia identidad. La paranoia que genera la diferenciación que esto implica y su exclusión violenta dada la naturalización de lo estándares de identidad queda eliminida. El contenido de esta identidad terminada y ofrecida es su imagen, por ser el único ámbito de homogeneidad no importando la particularidad de cada individuo. Se preocupa velozmente por renovarse (ahora es este iPod pero ya trae consigo su carencia y la promesa del siguiente) apenas dejando espacio para la decepción que provoca el desvanecimiento de la ilusión. El deseo renovado apenas conseguido este o aquel objeto ya tiene identificado el nuevo, nunca falla y siempre se renueva.
-----No hay que desesperarse consigo mismo. Nosotros lo hacemos por ti, somos incansables en la repetición sin decepcionarte nunca en la novedad de la forma. Lo que siempre haz deseado de ti: ser siempre tú sin llegar a cansarte de ello a la vez que consigues eso otro de ti que siempre deseas.

4 Comments:

  • At 12:48 PM , Blogger OCHO said...

    Recordé lo que vimos la última clase de ayer: que el propio deseo permanece enajenado a causa del caudal de imagenes que prometen paraísos artificiales. Y entonces, lo que sucede, es que en realidad no se desea. El deseo está encapsulado. Porque a lo que conduce el deseo es a serle fiel, y esa fidelidad necesariamente colisionará en distintos campos y medidas con el estado social de cosas. Y entonces sí, la frustración, la verdadera frustración entrará en escena.

     
  • At 10:43 AM , Anonymous Anonymous said...

    mmm...la postmodernidad??

     
  • At 11:06 PM , Blogger Marco A. Rodríguez said...

    ivo-sho: Pues eso de la posmodernidad yo ni sé, me podías haber dicho más.

     
  • At 1:56 PM , Blogger OCHO said...

    Ahora que releo este post, me parece mejor porque creo comprenderlo mejor. Buen análisis. Y bueno, pues a ver Rebelde para enterarnos de las vicisitudes de Mía Colucci.

     

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