La vida dañada

Marco A. Rodríguez Valadez

Sunday, February 10, 2008

Testigo mudo del dolor del mundo

Manifiesto concentrado
Notas para mejores y más informadas ideas al respecto
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---La realidad es hoy en día una amenaza.
---La idea de progreso no se sostiene más de forma unilateral si por esta se entiende la serie de medidas de relación con la naturaleza que se encuentran orientadas hacia una finalidad dada, el bienestar de la humanidad; no es que no pueda operar ya o que no tenga sentido, es solo que no es suficiente. Lo inmediato, lo que estratégicamente tiene que ser pensado y aplicado, son la serie de medidas que detengan la destrucción.
---La humanidad, en este sentido, no se encuentra estancada, se encuentra en un camino franco y acelerado hacia su auto-aniquilación; y respecto del progreso se encuentra entonces en una regresión.
---La inercia del movimiento autodestructivo no radica solo en la dinámica de la propia sociedad, sino que ésta ha detonado en la naturaleza una amenaza exterior. Para la naturaleza el peor escenario puede ser solo una configuración inducida por uno de sus elementos, que nosotros podemos calificar de parasitarios, respecto de la vida hasta donde la conocemos como tal, pero no de toda vida posible. Es imaginable que en el futuro la tierra se reconfigure luego de un proceso de transformación catalizado por esta especie parasitaria de manera que, y junto con la mayoría de cuantas se encontraban orgánicamente relacionadas con ella, desaparezca. Así, quedarían subsistiendo formas de vida empobrecidas (un escenario que difícilmente podremos calificar así no estando presentes para entonces) o, con menos pretensiones proyectivas, diferente.
---La relación estratégica con la naturaleza es necesaria luego de que esta se ha transformado en una amenaza de aniquilación total de la humanidad. Es una relación empobrecida, lejos de la que subsiste en una modernidad paralela (desconocida en lo vigente) y tendría que ser recuperada una vez frenada la actual amenaza.
---Ciertamente no será la relación tradicional de explotación y dominación propia de la modernidad centro-europea y anglosajona. Esta relación no tiene su vicio en la aplicación irracional. Aceptar esto sería reducir su maldad a la falta de habilidad técnica y la fragilidad moral en su aplicación, sino que se encuentra en la propia idea, en su teoría.
---El término “transmoderno” es casi intangible aun por la obnubilación que produce el ánimo apocalíptico de la modernidad que lamenta sus errores y naturaliza su lógica, de forma que la radicalidad que pretende ante la amenaza solo llega al reformismo urgente.
---La idea de “transmoderno” solo es tangible y posible acompañada con la de “revolución”. La modernidad barroca de los pueblos resistiendo a la modernidad centro-europea y sus herederos anglosajones, y viviendo al tiempo su modernidad paralela, es la única que posee el horizonte que aquella idea necesita para ser formulada y aplicada revolucionariamente.

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