La vida dañada

Marco A. Rodríguez Valadez

Monday, March 08, 2010

¡Échenle limón!

Aquella época explosiva, ya hace 20 años y entonces nadie se imaginaba (El Tosco ya tenía algo de visionario) hasta donde llegaría el potencial desplegado de la formación cultural y musical del lagarto del Caribe. Dejo pues aquí unos artículos de uno de los grandes cronistas de la música popular cubana, Rafael Lam (1946). A su derecha dejo dos discos cumbres de “la que manda…” y en la k. del reproductor Para que bailen desde Cuba, tres rolas más. Les dejo también el link a dos reseñas entre técnicas y contextuales de ambos discos: ¡Échale limón! y LA Bruja. Ahora pues, no habla mi lego entender en estas cosas, prefiero dejar el espacio a palabras versadas.

¡Cuidado que, para legos o entrenados, "los metales del terror" son de igual peligro...!

20 AÑOS DEL BOOM DE LA SALSA CUBANA… por Rafael Lam

En noviembre de 1989, acontece un fenómeno musical en La Habana: el Boom de la salsa cubana, pocas veces en la historia un fenómeno estremece tanto a una población. Su llegada causó más revuelo que la llegada de la luz eléctrica cien años atrás en nuestra Isla.

Desde hacía mucho tiempo, en Cuba la música bailable no había contado con un Boom como el del cha cha chá. La cancionística había dominado el panorama musical. En alguno que otros momentos aparecía la explosión de alguna agrupación musical: Los Van Van, Irakere, La Monumental , Los Latinos, Los Reyes 73, Rumbavana, Son 14, Revé….... Pero eran bombazos individuales, no se trataba de un concepto general. Un Boom acontece cuando una serie de bandas conducen su línea musical siguiendo una pauta, un ritmo, un género musical.

Esa pauta, ese concepto, del 1988 al 1989, lo inicia NG La Banda bajo la concepción de José Luis Cortés. El evento lo marca una gira por los barrios de La Habana, emprendida por El Tosco y su banda. Se convierte en el monarca de los tumbaos y montunos cubanos, el rey de los barrios capitalinos. Es un flautista de alta calificación, orquestador y compositor, músico de alto calibre, pero muy pegado a la tierra, al mundo arrabalero de donde surgen las mejores músicas populares de América. Rescata la esencia callejera, el polvo de los talleres, el drama telúrico de la gente sin historia.

A diferencia de otros de sus colegas, descendientes del grupo Irakere, José Luis decidió abandonar aquella poliritmia que embarcó a muchas nuevas agrupaciones con ese mismo concepto que sólo Chucho Valdés podía conformar. Los genios son dueños de estilos que no se pueden reproducir. José Luis Cortés sabía que ese terreno ya estaba vedado. Chucho Valdés había sacado todo lo que se puede extraer del “latin jazz”. Cortés se viró de “palo pa´ rumba” y creó un nuevo concepto, estilo y timbre. Culmina una tradición musical en la que funde el son, la guaracha, la rumba, el mambo, los ritmos caribeños, el jazz, el rap y el pop, un verdadero funky cubano.

Después de NG, muchos jóvenes estudiantes dejaban los preludios y estudios de Chopín para aprender los tumbaos asimétricos, a contratiempo (con moña) de Peruchín, Rubén González y Lilí Martínez. Los músicos comenzaron a darse cuenta que el poder estaba del muro del Malecón habanero para acá. NG la Banda comenzó a chillar las gomas con una música que dejó estupefacto a todos los músicos, compositores, agrupaciones. Decepcionó hasta a “Masantín el torero”, como decimos en Cuba. Los músicos más avanzados de Cuba no podían creer lo que estaba sucediendo. Era evidente el nerviosismo de muchos músicos cubanos; algunos quedaban decepcionados, atónitos.

Cuando aparece un “loco sublime”, como fue en su momento Pérez Prado y Arsenio Rodríguez, ellos viraron todo al revés; el resto de los músicos se quedan impactados. Algunos se ponen celosos y nunca faltan los envidiosos detrás de las columnas. Entonces aparecen las críticas buscando defectos que siempre existen. Unos decían que se trataba de canciones agresivas, con un tratamiento violento, con un baile frenético. La música es un reflejo de los pueblos y de los tiempos.

Los coribantes eran los derviches en Grecia: bailadores extáticos dedicados a la madre-diosa de Anatolia que, en los cultos de Dionisio, bajo el in flujo de la música sufrían arrebatos histéricos (éntheoi) –poseídos por un Dios- de donde viene la palabra “entusiasmo”. A este nivel podemos hablar de magia. Otro de los atributos que echaron a la timba es que, después de NG, mucha música comenzó a sonar igual o parecida. Después de la universalizació n de los sonidos de la música pop, fruto de las comunicaciones internacionales, la música tomó un camino de estandardizació n. Eso no es un defecto cubano, sino un fenómeno de la moda mundial y la moda es la moda. Aunque hay que decir que, en la música hay siete notas y ninguna suena igual. Hay miles de versiones de la Guajira Guantanamera y de El manisero y todas son distintas. En el estupendo documental de la SEGAE , atendido por Rosa Marquetti, El Tosco, los más encumbrados músicos reconocieron los errores cometidos anteriormente.

Muchos de los errores de los críticos de la música consiste en emitir criterios sobre una música que solamente escuchan a través de un disco. ¿Y el fenómeno de la magia, de la sociología y la antropología? ¿Dónde lo dejan? ¿Cómo lo explican? La música popular bailable cubana hay que vivirla y sentirla en el contacto humano.

El Boom fue una magia. Desde tiempos lejanos no se había observado en Cuba una música tan arrebatada, estruendosa, masiva. Es impresionante ver a grandes masas, danzando a compás con el éxtasis y frenesí colectivos. La música, rica, viva y universal, es de ambiente, de atmósfera, de clima emocional.

En el campo internacional lo vimos en el fenómeno del pop, el beat, el rock; pero esa es una música de extracción negra, como asegura el propio John Lennon en una entrevista inédita que conservo.

Cuando el pop surgió, mientras miles de “sabios” de la música, musicólogos de gabinete, se dedicaban a arremeter contra el fenómeno, los avisados sabían que algo estaba sucediendo.

El propio músico y etnólogo francés, Alain Danielou, especialista musical de la UNESCO , reconoció que “las palabras es el lenguaje de los dioses, la música el lenguaje de los dioses”. Y, tuvo que reconocer que “el pop de Los Beatles salvaron a Europa de una larga etapa de desecación, de esterilidad, de logismo racional que tendía a reducir a la música en una fórmula estética más o menos abstractas, pero carentes de acción psicofisiológicas”.

Tanto el pop como la timba cubana fueron un golpe estético, resultado del desarrollo técnico y musical. Nada fue igual después de estos movimientos; aunque lo más importante de estos fenómenos muchas veces no es medible. Lo importante es que un proceso altamente complejo, lo convierten en un arte sencillo, de disfrute colectivo, masivo.

La música de NG La Banda , hasta ahora no ha sido posible reproducirla en el exterior con ese poderío timbero (como el mambo de Pérez Prado). Solamente dos años después, uno de los cantantes de NG La Banda , Isaac Delgado, junto al baterista y orquestador Giraldo Piloto, pudieron empezar descifrar o reproducir el secreto, guardado en cajas de caudales.

En el exterior me lo informa el musicólogo cubano Raúl Fernández, justamente en Los Ángeles, los hermanos Palmieri debieron hacer funciones gratuitas para promover su música ante la avalancha de la nueva música cubana que lo arrasaba todo. El propio Tito Puente, gurú de la salsa latina, lo decía muy nervioso: “Si los cubanos vienen, habrá que volver a la escuelita”.

Los más rutilantes salones recibieron a los nuevos salseros: Olympia de París, Lincoln Center, Carnegie Hall. En muchos países europeos abrieron salas con nombres como El Palacio de la salsa. Como en la década de 1950, se habilitaban escuelas de baile cubano, para aprender los pasillos del casino, la timba y la rumba caliente. La timba lleva un baile separado, como son las danzas africanas, a toda libertad.

Aparecieron disqueras, empresarios, investigadores, periodistas. Las grabaciones se colocaban en el hit parade internacional, la revista estadounidense Billboard, portavoz de la industria musical capitalista, reconoció, desde 1999, antes de finalizar el gran milenio, la salsa y la timba cubana. El encargado de colocar en la prensa internacional, la retumbante timba cubana en tan reconocida revista fue el inglés Howell Llewellyn. En Cuba se implantó el Récord Guinness del Son más Largo del Mundo (cien horas, cinco días consecutivos con cientos de bandas y cantantes sin detenerse un instante). Se creó el Team Cuba (Dream Team) con las mejores siete bandas del momento (Los Van Van, NG La Banda , Revé, Adalberto, Charanga Habanera, Isaac, Paulo FG, Manolín). Bamboleo y Manolito Simonet aún no estaban en el candelero.

Este es el recuento del Boom de la Salsa y la Timba Cubana , una música que nos dejó renovados como si asistiéramos a una auténtica revolución musical.....

NG LA BANDA LLEGÓ Y SE QUEDO… por Rafael Lam

Cuando los bailadores esperaban ansiosamente algún fenómeno musical masivo que estremeciera los salones bailables con telaraña, que trajera una nueva música y rescatara ese éxtasis y frenesí colectivo en que la música hace vivir y sentir a las grande multitudes. Todas las condiciones estaban creadas, solamente faltaba un genio musical que sintetizara y pudiera concretar un movimiento musical. Ese genio fabuloso se llama José Luis Cortés (El Tosco), que había transitado de manera triunfal por las dos bandas más resonantes de su tiempo: Lo Van Van (Juan Formell) y Los Irakere (Chucho Valdés).

-José Luis Cortés (JLC), recuerdo aquellos primeros días de la llegada de cuatro de los integrantes de NG La Banda a mi casa para publicar una entrevista en la revista Opina. Me contaron sus planes que me parecieron muy pretenciosos. ¿Qué ideas tú tenias en la cabeza?

-Pensábamos que podíamos buscar la música cubana del futuro, ser el punto de partida para lograr un nuevo modo de hacer los ritmos nacionales, sin parecernos a nadie. Es cierto que tú estabas prejuiciado con una serie de bandas que copiaban a Los Irakere, pero yo andaba en otra cosa. Mi origen es negro, afro, yo vengo del barrio, del mundo arrabalero. Mi problema no era el jazz, ni la música de herencia sinfónica europea, yo soy un cubano y me la jugué siempre por lo mío y ese concepto no ha cambiado, ni cambiará. Los músicos que en las academias no lograron un concepto, sencillamente fueron a la ruina.

-En el carnaval del verano de 1989, en el Cajón de El Malecón, creo que viraste de palo pa´rumba?

-En un carnaval lo que quiere la gente es gozar, aunque sea con la Sinfónica Nacional. Ese fue el momento en que le prendí la mecha al fogón, la candela al jarro, se acabó el pan de piquito. Comenzamos a tocar timba caliente, tumbaos, montunos, estribillos, coros con sabrosura cubana. Empecé a dialogar con los bailadores, a saludarlos, a meterme con ellos, para interactuar; a partir de ese momento todos comenzaron a hacerlo igual, incluso a pedir "aplausos que se vale", como se hace en los conciertos de teatro.

-¿Siempre me dijiste que el secreto de NG La Banda está en su base rítmica?

-A eso le llamo "la garra del tigre". En esa base contamos, al inicio con buenos tumbadores, bongoseros y las estrellas de Peruchín al piano con moña, Miguelito Pan con Salsa en el teclado, Giraldo Piloto en la batería. Los metales eran Elpidio Chapottín, Juan Mungía (sustituido por José Miguel, el Greco), ellos eran las trompetas. En el saxo Carlos Averhoff y Germán Velazco, sello de calidad.

-¿Me acuerdo que ese término de " La Garra del Tigre" lo utilizaste con el periodista de Juventud Rebelde, Pedro Herrera, quien se quedó estupefacto?

-NG sonaba como un tren, como una aplanadora.

-¿El trovador Silvio Rodríguez le llamó a eso la banda monolítica?

-Silvio siempre habló bien de la banda, también Pablo Milanés y Carlos Varela. Silvio cantó y grabó con Los Van Van y Adalberto y su Son. Pablo también cantó salsa y asistía, a raíz de sus operaciones, a los conciertos de salsa al Aché del Hotel Cohíba.

-¿Muchas de tus canciones levantaron ronchas?

-Rubén Blades compuso canciones que son verdaderas crónicas de la sociedad que el conoce en Nueva York. Cada uno crea canciones para reflejar la sociedad en que vive. Mis canciones son también crónicas de barrios, de gente de todo tipo, de conflictos humanos y sociales. La pieza El trágico, es una pintura sobre un barrio de La Habana en el Período Especial de la década de 1990, El picadillo de soya, es parte de nuestra supervivencia, Crónica social, es un panorama de la tragedia que vive cualquier grupo de personas. ¿Si no tomas las grabaciones de la salsa y la timba, para analizar el fin de siglo cubano, cómo puedes describir todo lo que pasó en esta complicada etapa de nuestra vida nacional?

-¿Has sido como un maestro de los músicos cubanos y una especie de mecenas con algunos?

-He ayudado a todo el que se me ha acercado, a muchos grupos femeninos de salsa, a estudiantes, cantantes, flautistas. Tengo una escuela, una Camerata de flautistas femeninas y una escuela de cantantes. Estoy seguro que de estos músicos surgirán estrellas del instrumento y del canto; ya contamos con algunos frutos.

-¿Juan Formell en 1998 y Chucho Valdés en el 2008, reconocieron que tú eres el verdadero rey de la timba, el que amarró la música que iniciaron ellos con Irakere y Los Van Van?

-Yo recibí la sabiduría de la música de ellos, de Formell adquirí su sencillez y gracia para que el bailador disfrute y de Chucho Valdés aprendí su perfecto entrenamiento, su trabajo conceptual, la fusión del jazz con lo afrocubano. Son dos verdaderos genios, yo tengo la mitad de cada uno de ellos dos.

EL PALACIO DE LA SALSA por Rafael Lam

El Palacio de la salsa del Hotel Habana Riviera es el salón bajo techo más famoso del Boom de la Salsa, se crea el 17 de diciembre de 1993 (Día de San Lázaro), en plena vorágine musical Bailable.

La idea del Palacio surge después de la crisis de los show de cabaret; entonces el Jefe de Relaciones Publicas del hotel, Javier Leal (hijo de Eusebio Leal); reunido con José Luis Cortés, Jorge Arran (funcionario de ARTEX); deciden crear un salón de baile en el espacio en donde se encontraba el cabaret Copa Room. Encuentran total apoyo del gerente español, Diego Piedra, que se entrego en alma corazón y vida; facilitando instrumentos musicales y buenos pagos. A la hora de hacer la historia de la salsa hay que mencionar a muchos empresarios españoles como Francis Cabeza, Federico García, Víctor García, Abili Roma y otros.

En el estreno entra en la escena Juan Carlos Alonso (Chicho) que sirve de productor, animador y es el que bautiza el recinto como El Palacio de la salsa. Chicho procedía de la Discoteca del Hotel Comodoro y había estudiado en Alemania, TV y medios de comunicación. La gestación del Palacio fue en 1993 el Karaoke del Comodoro.

Las primeras agrupaciones que se presentaron fueron: NG La Banda (que manda), Isaac Delgado, Colé Colé de Armando Gola y entra en escena el que puso al Palacio contra el techo: Manolín, el Médico de la salsa. A los tres o cuatro meses ya el Palacio estaba en la escena nacional e internacional. La radio: Disco Fiesta 98, dirigida por Federico Wilkins diariamente invitaba a Chico para que ofreciera el parte del Palacio. Varios discos en vivo se grabaron en el Palacio.

El Palacio fue visitado por personalidades eminentes: Jerry Masucci empresario de la Fania , Ralp Mercado; empresario de la RMM , Paco Rabane, Papo Lucca, Matt Dilon, Diego Armando Maradona, Juan Echanove, Cecilia Noel, Sabina Soto, actores de las telenovelas brasileñas, la Ministra de Cultura de España, funcionarios, empresarios, deportistas, músicos y artistas de todo tipo.

El Palacio llego a obtener el 25 % de las recaudaciones del hotel. En el Palacio sentados cabían entre 280 y 290 personas; el gran público -sobre todo nacional- gustaba participar de pie. Como promedio entraban diariamente 400. El record máximo de un día fue de Manolín con 757 entradas; le siguió Paulo FG que mantenía un promedio de 600 por presentaciones. Aunque el promedio histórico pertenece a Los Van Van con 400.

El ambiente que se respiraba era maravilloso, en toda la zona de la Fuente de la Juventud (Frente al Malecón), en el entorno del Palacio. Eran los días de un renacimiento musical como si dijéramos “Las Cameratas Florentinas de La Habana”.

Desde Europa llegaban llamadas para saber que agrupación iba a presentarse el fin de semana.

El Palacio cierra a los cinco años de creado en diciembre de 1998. En Europa se habían creado muchos Palacios de la salsa imitando al de La Habana. En Buenos Aires a los Palacios de la salsa le llaman Los pergoleros, que se mueven por la zona de la Plaza de Belgrano. El salón La Tropical también tuvo que ver mucho con el Boom, pero el lleva capítulo aparte en este libro.