La vida dañada

Marco A. Rodríguez Valadez

Saturday, September 22, 2007

¿Es éste su plan?

...¡Dense gracias a la naturaleza por la incompatibilidad, por la vanidad envidiosamente profiadora, por el ansía insatisfactoria de poseer o de dominar. Sin esto, todas las excelentes disposiciones naturales de la humanidad dormirían eternamente impedidas. El hombre quiere concordia; pero la naturaleza sabe mejor lo que para su especie es bueno: ella quiere discordia. Él quiere vivir tranquilo, divertido; pero la naturaleza quiere que deba salir de la indolencia y del inactivo contento, que se arroje al trabajo y las penalidades para encontrar, por contraste, el medio de zafarse con sagacidad de ellos. Los motivos naturales, las fuentes de la insociabilidad y de la resistencia en general, de donde brota tanto mal, pero que a su vez promueven nuevas tensiones de las fuerzas y, por tanto, un mejor desarrollo de las disposiciones naturales, delatan el ordenamiento de un creador sabio, y en modo alguno la mano de un espíritu maligno, que lo distraiga de su ejecución o señorial o arruine su envidiado parecer.

Kant, I. Idea de una historia universal en sentido cosmopolita. (p. 4to)


----Quién puede dejar pasar desapercibida una idea de esta magnitud. Ya veo cual es el plan bondadoso de la naturaleza y sobre todo su eficacia en el desarrollo de las disposiciones naturales de los hombres. Si aterrizamos sin mas esta idea tomando al historia como el desarrollo aquel plan en la humanidad, develan su perfección nuestras capacidades hasta ese momento, el de Kant, desconocida por no contar aun con sus efectos. Mas halla de la idea de progreso que hay en Kant vemos un abismo contemporáneo pronto a desengañarnos de nuestros propósitos, o vale decir, de lo que nos fuimos encomendando de aquella naturaleza ideadora de nuestras perfecciones. Hemos salido más de una vez de la indolencia por necesidad de la madre de nuestra sagacidad: nuestra mutua voracidad.

----Dirá Kant que su insociabilidad empuja al hombre a aislarse, pero no puede prescindir de aquellos que no puede soportar. Los necesita debido a la inclemencia de la naturaleza mezquina en medios para llevar a cabo sus fines, uno de ellos el hombre.

----Así los hombres se unen unos con otros y si fueran todos buenos seguirían en el más salvaje de los estados que le son posibles. Pero aunque la naturaleza fuera pródiga en los medios para la satisfacción de lo instintivo en el hombre, este no cejaría en su afán por poder repeler y soportar a los otros: también su sociabilidad es un medio para satisfacer su insociabilidad, ansía el momento de poder despreciar y de ser reconocido en tal acto.

----Del tronco torcido del hombre algo aun peor puede salir: que termine por realizar sus disposiciones naturales tomándolas por sus hasta ahora deplorables manifestaciones, naturalizando éstas para resignarse a la fatalidad que de ellas se puede deducir, sin tomarse la molestia de retomar la crítica y evitar la artificialidad que ésta naturalización supone. De ser así, le habrá pasado de noche, a causa de su propio embuste, lo que la naturaleza le dispuso. No habrá podido hacer para sí un digno y sabio creador, quedándose tan solo convencido de que no fue otro que un espíritu maligno el que le planeó su destino. Convicción que no será sino resultado de su propio fracaso, acaso con nada de objetivo en ella por que tan solo habrá sido la única forma de hacer llevadero éste. En éste acto desesperado para soportar su desconsuelo subyace aun, vapuleada, su convicción última: su dignidad.

Sunday, September 09, 2007

Conócete aquí mismo

----La determinación de los medios a hacerse de un sentido social se verifica en cada uno de los valores promovidos y fabricados por ellas. Son ellos quienes elaboran el material al que dan su forma de difusión masiva. Por aquella se entiende lo que la sociedad pide y exige compulsivamente, la proyección de su felicidad. La forma tiene como tarea principal ocultar lo imposible de lo proyectado en el nivel objetivo, pero mostrándolo lo suficiente para generar desdicha; la frustración del publico ante sí mismo y no la descalificación de la imagen.
-----Distingamos entre los valores promovidos y las imágenes de esos valores y nos daremos cuenta que todo el contenido de ellas son ellas mismas. El valor es solo el momento retórico que apela a las mínimas intuiciones morales de los receptores y luego la proyección imaginativa lo absorbe y diluye; la imagen olvida, mientras no deje de ser seductora y fascinante, aquello que representa y se vuelve en autorreferencia.
-----Los anuncios de teléfonos celulares, pongamos por ejemplo, en los que el momento retórico es la amistad o la tranquilidad de poder estar al tanto de los familiares en cualquier situación. De inmediato se transforma en la sonrisa y gesto de fascinación y alegría al sostener el teléfono que cumple pulcramente en su imagen todo lo deseado y exigido para ser reconocido como signo de prestigio e identificación con un grupo determinado. Retóricamente colocado como selectivo, se permite el engaño de su exclusividad y se le perdona, o ya no importa más, cuando su imagen rotante muestra cada uno de sus ángulos, colores y formas invitando a un mundo nuevo (siempre anticipado en su totalidad, la novedad es otra de las promesas nunca cumplidas, se trata solo de la especificación y potenciación de lo ya conocido: mas fotos, mas color, mas música, mas funciones, etc.) ¿Dónde la amistad, la familia? Al final ya puede regresar con mas colorido que nunca: amar, querer, ser querido y amado, ya no es lo mismo.
-----Ellos saben que es la belleza, que es el amor y la bondad, y no solo se preocupan por fomentarla sino por recetarla en su única y especifica posibilidad. El colegio de alto rendimiento se llamaba en la novela, la talla de las alumnas y la manera anticipada de las tramas resumen la vida y el juicio que se ha de hacer sobre cada situación, su simplicidad es reconfortante y la sensación de control es inmediata. Como los niños que no se cansan de ver una y otra vez la misma película en su afán incansable por dominar todo el cosmos contenido en ella. Así los agravios y dolores cotidianos pueden ser proyectados y reducidos a la trama de la telenovela. Conforme el marco de la televisión: todo el mundo real, se torna mas crudo o desencantado, con mas ansiedad se espera la hora de encontrarse con la promesa realizada de la sirvienta y el burgués, o el éxito del excluido; para el televidente no es escapar de ella, es encontrarse con la vida misma.
-----Al final de la transmisión lo que queda es la simpatía y el agradecimiento por el momento, el desconsuelo y la soledad por su final. Es ahí, en este vacío, donde la publicidad anuncia las posibilidades concretas de la consecución de todo lo visto. El prestigio o una prueba de él esta en el auto, el teléfono, los jeans. Las marcas específicas son inventario necesario para hacer de cada desdicha, en cuestión de minutos (una vez tomada la decisión de adquirir esta o aquella cosa, ya se la posee en la imaginación, el siguiente paso es accesorio, siempre están las versiones para cada estrato social, en pagos o de contado), algo superable de inmediato, un absurdo: solo llama, acude, manda un mensaje o un e-mail.
-----Así, se pierde la necesidad de encontrar aquello con lo que siempre se esta en deuda, la propia identidad. La paranoia que genera la diferenciación que esto implica y su exclusión violenta dada la naturalización de lo estándares de identidad queda eliminida. El contenido de esta identidad terminada y ofrecida es su imagen, por ser el único ámbito de homogeneidad no importando la particularidad de cada individuo. Se preocupa velozmente por renovarse (ahora es este iPod pero ya trae consigo su carencia y la promesa del siguiente) apenas dejando espacio para la decepción que provoca el desvanecimiento de la ilusión. El deseo renovado apenas conseguido este o aquel objeto ya tiene identificado el nuevo, nunca falla y siempre se renueva.
-----No hay que desesperarse consigo mismo. Nosotros lo hacemos por ti, somos incansables en la repetición sin decepcionarte nunca en la novedad de la forma. Lo que siempre haz deseado de ti: ser siempre tú sin llegar a cansarte de ello a la vez que consigues eso otro de ti que siempre deseas.

Monday, September 03, 2007

El criterio político último

...Una generación no puede obligarse y juramentarse a colocar a la siguiente en una situación tal que le sea imposible ampliar sus conocimientos (presuntamente circunstanciales), depurarlos del error y, en general, avanzar en el estado de su ilustración. Constituiría esto un crimen contra la naturaleza humana, cuyo destino primordial radica precisamente en este progreso... La piedra de toque de todo lo que puede decidirse como ley para un pueblo, se halla en esta interrogación ¿es que un pueblo hubiera podido imponerse a sí mismo esta ley?...

Kant, I. ¿Qué es la ilustración?

Saturday, September 01, 2007

Detectando un gesto señalable

-----Vigilante de cada movimiento y cada gesto es como hace falta estar para localizar aquellos momentos en los que se reproduce, o se abona, la perpetuación de un sistema que se intuye injusto. Puede esto derivar en una paranoia ante aquello que en nosotros es considerado como natural o culturalmente asumido. Pero tomado con calma: si cultural, pues con conciencia de las consecuencias que esto tiene, si bien no detectables ad infinitum por lo menos es claro que constituyen mas un perjuicio que un beneficio, ambos no inmediatos y por ello el peligro de que sean solo especulativos. Si natural, a callar diría el naturalismo del sentido común: “cómo es” igual a “cómo debe ser”.
-----Hoy por la mañana tome una taza de Nescafe mientras leía una columna en el periódico (una imagen no menos estandarizada) en la que se deleznaba como emporio a Nestle. De inmediato me pregunte qué es lo que debía hacer, lo que mas me sorprendió fue la prontitud con la que la cuestión se me hizo presente; no paso inadvertida la llamada de atención que el autor de tal columna hizo al calificar de esa forma a dicha empresa.
-----Pero no es el caso que esto ocurra así todo el tiempo. Quienes tienen acceso a la repetición rutinaria de verdades sabidas por todos o casi todos, no son los suficientes como para que comiencen a ser notorios los gestos que minen estas reproducciones que alimentan los poderes económicos imperiales. Y ni siquiera una verdad de todos conocida interviene en las elecciones de manera determinante, aunque no por ello dejan de ser tomadas en cuenta: pese al texto frente a mis ojos y la taza en mi mano, mi juicio se sostuvo en que me era indispensable despertar y no podía hacer mas que seguir bebiendo mi café.

El motor de este mundo

Quién, por un amor demasiado grande, lo que al fin y al cabo es monstruoso, muere de sufrimiento, renace para no conocer ni amor ni odio, sino para disfrutar. Y ese disfrute de la vida, por no haberse adquirido de forma natural, es un veneno que tarde o temprano corrompe el mundo entero. Lo que nace mas allá de los límites del sufrimiento humano actúa como un boomerang y provoca destrucción. De noche las calles de Nueva York reflejan la crucifixión y la muerte de Cristo. Cuando el suelo esta cubierto de nieve y reina un silencio supremo, de los horribles edificios de Nueva York sale una música de una desesperación y una ruina tan sombrías, que hace arrugarse la carne. No se puso piedra alguna con amor y reverencia; no se trazó calle alguna para la danza ni el goce. Juntaron una cosa a otra en una pelea demencial por llenar la barriga y las calles huelen a barrigas vacías, y barrigas llenas y barrigas a medio llenar. Las calles huelen a un hambre que no tiene nada que ver con el amor; huelen a la barriga insaciable y a las creaciones del vientre vacío que son nulas y vanas.


Henry Miller. Trópico de Capricornio