La vida dañada

Marco A. Rodríguez Valadez

Monday, March 17, 2008

A los compañeros de la FFyL, al Colegio de Filosofía

---En estos días, aunque primero tan solo por una curiosidad que me sabía ociosa, leí los artículos en los que se da respuesta al ahora afamado artículo de Carlos Mota publicado hace pocos días en Milenio Diario. La hosquedad se despejo cuando caí en la cuenta de que no era una tarea ociosa, sino que hasta imperativa, dar respuesta a las barbaridades del líder empresarial.
---Lo curioso es que el señor, que solo con un desconocimiento total (lo único que puede valer una imagen formada en una subjetividad ahogada en la lógica del capital) se puede uno explicar las afirmaciones que hace y los argumentos, en muchos lados rebatidos, de los que se vale, no se halla imaginado los efectos saludables a nuestra comunidad luego de la publicación de su artículo. Es cierto que en ocasiones, dentro del Colegio de Filosofía hay una especie de sopor en el alumnado que lo vuelve ciego ante los embates que el desarrollo y escalamiento de gente como el multicitado nos propinan; pero no por ello no cuenta con las herramientas y la conciencia para resistir y responder: ha quedado demostrado que puede hacerlo.
---Fue y es necesaria la reacción (aunque sea así, cómoda y no demasiado arriesgada como es el hacer artículos para la web -seamos sinceros); y no por que sea una batalla difícil en el campo de las ideas, de los argumentos, sólo en esta dimensión la batalla esta mas que ganada. Mota la perdió antes de poder comenzarla: se metió a una batalla[1] harto desigual con una mente de tan cortas miras y capacidades filosóficas, que finalmente son las únicas con las que se puede plantear las cuestiones que al multicitado le aquejaban.
---Pero las ideas no se dan en el aire. No solo defendemos las nuestras, nos defendemos en ellas. De ahí la intensidad, prontitud y precisión de la mayoría de las repuestas. Esto nos lleva a insertar una dimensión mas concreta y disipar la incomodidad de pensar que fuera ociosa la tarea de responder: “ellos” tienen los medios, y en el terreno de la opinión pública ese ya es un argumento en contra nuestra, y no de menor peso: en nuestra sociedad raya en la evidencia. Ante esto a nosotros nos corresponde no subestimar y hacer uso de la palabra y la razón intensa y desplegadamente. Así fue hecho, continuará y se hará cada vez que sea necesario. Es para mi un orgullo ver la capacidad de reacción de los compañeros, aunque sabemos que la reflexión y discusión sobre nuestra tarea, acciones que hacen su verdadera defensa, aun no terminan.
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[1] “Batalla” es una metáfora de “discusión”, o de “polémica”, o de “debate”… hay que hablarle suavecito, no vaya reafirmarse aun mas su imagen del estudiantado de la FFyL y tome la precaución de ingresar a la misma con su traje camuflaje (no me sorprendería que aun se creyera capaz de poder acudir a una cita a la Fray Alonso de la Veracruz a defender lo que ha escrito)

Wednesday, March 12, 2008

Héroes desterrados

----No se bien a bien qué significa la desidia, acaso es cuando llega la apatía luego y ante lo que entusiasma un poco mas que de forma pasajera e impulsiva, es decir, hasta meditada y prudenciada. No he visto demasiada vida pero sé que hay personas, lo he leído y escuchado por ahí (de algunos me ha llegado la noticia un poco clandestinamente), que gozan de un impulso casi mágico hacia sus proyectos que de concreto solo tienen un principio muy estrecho: el aire que a ellos mismos los mantiene vivos, hacia los más difíciles y sobre todo hacia los imposibles. Este juicio depende de donde se mire la cosa; desde aquí, desde lo vigente, ni siquiera pueden ser imaginados, mucho menos pensados, ¿de qué rincón perdido, invisible, se saca su posibilidad?. Más que proyectos son, pues, sueños, por ello mismo no negociables.
----No me entusiasman los que se pierden con responsabilidad, determinación y propósito en el curso de las cosas, los que se vuelven uno con la realidad, de estos no hablo. Hablo de aquellos que a su esfuerzo le suman el de la oposición, el de la resistencia; como las piezas de electrónica así llamadas, que se calientan de tanto retener y disipar la corriente, pero ni explotar y mucho menos dejarla pasar son opciones.
----La vida socialmente responsable no es nada sin la resistencia, sin el boicot cotidiano y la predicación oportuna. Antes que cederle la palabra al necio, al apologeta, mejor es hacer el ridículo por “criticón”: el gesto de indiferencia de los escuchas es a veces la contención de una mueca de impresión y aunque no llegue a más, es preferible al asentimiento que hagan de las palabras de lo falso, de lo que solo es como es. Estas no están nada mal entre las acciones con las que se puede servir a la causa pero también son demasiado poco; ¿peor es nada?, definitivamente. Solo no esperemos que se nos dé el estatuto de compañero, o que se nos agradezca algo por parte de los que en su acción se juegan algo mas que la frustración de un placer cómplice en la cotidianeidad, antes bien temamos por su juicio. Esa gente que se juega y entrega la vida por los suyos escapa a nuestra comprensión obnibulada por lo dado, por lo establecido.
----¿Dónde están?, parece que lejos, muy lejos.